El
tiempo, los errores, las intenciones, la ignorancia, la falta de observación y
nosotros.
El tiempo es como la palabra y las
acciones una vez que pasa, no sé puede regresar.
Soy inquieto y mis pensamientos
también lo son. Trató de dar una respuesta lógica a cada evento, suceso, cosa
que aparece en mi vida y al final me percato que toda respuesta está en
nosotros. Tiene que llegar un día dónde se acaben las justificaciones y dejemos
de culpar al mundo de nuestros propios errores. En algunos con toda intención, en
otros por ignorancia y en otros por falta de observación, pero al final los
errores están ahí y debemos identificarlos y darle el mejor tratamiento, para
una adecuada solución.
Nos pasamos gran parte de nuestras
vidas pensando, proyectando ideas, sueños y actuando para tener $$$ y vivir más
cómodos y aun cuando creemos que hemos realizado nuestros sueños siempre
aparece algo más, y algo más, porqué el ser humano no tiene límites para
aprendizaje y el conocimiento. Depende del ego de cada cuál y así también de
las ambiciones personales.
Llega el momento en que te preguntas:
¿Por qué vamos más atrás de lo material que del alimento espiritual?
Justificaciones habrán de sobras, eso me imagino. Vemos que al final por lo que
tanto hemos luchado, todo eso se queda acá el día que partimos.
Desde que comenzó el homo sapiens a
descubrir los objetos materiales que lo ayudaron a irse desarrollando ha sido
una constante en nuestras vidas el amor, el apego y el interés por los bienes y
servicios de consumo. A ello hemos aportado más tiempo que a poder alimentar
nuestra alma.
Pasamos por a lado de una flor y no
tenemos el tiempo para detenernos a disfrutar de su bella, de su olor. Vemos
una pareja de ancianos tomados de sus manos y no somos capaces de sentir su
felicidad, más bien pudiéramos tener hasta algún pensamiento o comentario
destructivo.
No nos alcanza el tiempo para pararnos
en el balcón, en un portal, en el patio o un parque y disfrutar del canto de
las aves, sentir el viento acariciar tús mejillas, o ver la salida o la puesta
del sol, interactuar con el medio ambiente, con esa fauna y esa naturaleza que
siempre nos están observando y alertando.
No somos capaces de romper las rutinas,
el correr diario, la inercia muda o la indiferencia, han ayudado a crearnos un
muro que no nos permite pasar, que bloquea todos nuestros pensamientos y
acciones, paradigmas que justificamos sin razón alguna y que le transmitimos a
nuestros hijos, nietos, seres queridos, amigos, ...y estos siguen cargando con
esos miedos y siguen cometiendo los mismos errores que nos inmovilizaron y nos
han destruido.
Nos paramos frente a un espejo y no
nos observamos, sencillamente actuamos como robots, porqué siempre estamos
corriendo y no tenemos tiempo para ello. Andamos en un mundo dónde los débiles
visuales ven más que nosotros, porque a ellos que le fue negado ese regalo de
la visión, le obsequiaron el del oído, el olfato, el paladar y también el
detalle de pensar y analizar tal vez con más detalles y profundidad que
nosotros los videntes.
Conversamos con nuestros seres
queridos, nuestros amigos y sólo escuchamos lo que decimos o lo que más nos
interesa.
El tiempo limitado que nos han
impuesto y los que nosotros también adoptamos y aceptamos, no nos permite
disfrutar de sus historias, comentarios, preocupaciones, dolores, tristezas, angustias,etc...que
en muchos casos prefieren tragarse y cuando deciden compartir, no prestamos la
atención adecuada o sencillamente no nos interesa en esos instantes, porqué
nuestro ego nos permite que nuestros temas, preocupaciones, problemas tengan
más importancia que los ajenos.
Nadie se despide de nadie pensando que
no lo volverá ver, no estamos preparado para ello, es cierto. Pero también no
es menos cierto que no nos esforzamos por llenar ese encuentro, esa visita, esa
hermosa oportunidad en felicidad porqué siempre andamos a prisa.
Vivimos matando los días y deseando
que culmine cada uno o inclusive los meses y los años, como si con ello
fuéramos a resolver nuestros problemas. Es una manera de tratar de huir de
nuestras realidades que con el pasar del tiempo pudiera ser peor de no haberle
prestado atención a tiempo, sí ese tiempo que jamás hemos sabido tener.
Ocupamos más tiempos en decirnos o decirles
a otras palabras vacías, confusas, deshonesta, frías, sin sentidos, ofensivas,
reclamantes, hirientes, críticas, etc. qué regalarnos o regalarle palabras
bellas, llenas de sentidos, de buenas vibras, de mensajes positivos, de ayuda,
de crecimiento humano en todos los sentidos.
Sin embargo, si tenemos tiempo para
las redes sociales, para la TV, para el chisme, para noticias, temas,
situaciones y personas tóxicas. Para los juegos, los vicios, y los malos
hábitos. Para todo ello siempre se saca el tiempo, que incluso no existe. Ahí
si lo sumamos y lo multiplicamos para que se estire como un chicle.
Lo triste de todo esto es que cuando
nos damos cuenta de que el tiempo se nos fue, es cuando comenzamos a
reflexionar, angustiados, buscando los ¿Por qué? Es el momento en que te das
cuenta de que has pasado por los años sin enterarte de que no era necesario
correr para llegar a la meta final.
Nos enseñaron y hemos practicado la
carrera de velocidad y no de resistencia.
Y está última palabra (Resistencia),
es la que les dicen a los pueblos cuando sufren dictaduras, gobiernos
corruptos, hambre, necesidades y pobreza. También la van a utilizar cuando
estés agonizando en una cama: Resiste que eres fuerte.
Nadie se va de este mundo sin aprender
alguna lección, aun cuando la muerte te sorprenda, esos últimos segundos te
harán recorrer los años de tú vida en fracciones de milésimas de segundo y es
muy probable que sea ese dolor el que termine con tu vida en ese instante.
He escuchado desde niño un refrán que
dice: "La vida es una eterna lucha
o batalla"
Es cierto, pero cada cuál debe saber
en qué lucha o batalla debes participar, debes evitar y que tiempo debo ocupar
para ello.
Nuestro Apóstol José Martí escribió:
"El
tiempo es la sucesión de los instantes en que existen las cosas y se verifican
los actos"
"¡Los
tiempos andan, y todo el mundo con ellos!"
"Es
necesario elevarse a la altura de los tiempos, y contar con ellos".
Los exhortos para reflexionar al
respecto y ser cada día mejores seres humanos.
Ladagoval
28 de abril del 2019
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