Wednesday, March 13, 2019

Epitafio de un mundo decadente




Epitafio de un mundo decadente

El mundo se torna cada vez más peligroso, inestable e insostenible.

Las mentiras y las verdades son juegos destructivos.

Existe una decadencia visible de valores de todo tipo.

El hombre de carácter irracional pone en peligro lo que con mucho sacrificio logró en tiempos pasados.

Las ideologías juegan en los mismos equipos logrando una metamorfosis espeluznante a la hora de tomar decisiones radicales e inhumanas. La manipulación una de sus armas favoritas para el control de sus adeptos.

La religión al servicio de todos incluyendo a los que con poder, cuello blanco y corbatas hacen uso de la fe de los más necesitados para sus propios intereses en el nombre de Dios. La fe entre los seres humanos se quebranta, así como se descuartiza un pollo para comer.

Las redes sociales y las comunicaciones cibernética son campos de batallas dónde un arma va desde una palabra, hasta un desafiante invisible hacker que le trunca los sueños de acceso a los sentenciados.

Los medios de comunicación (prensa, TV y Radio) buscando los ratings a través de noticias amarillistas, espacios y personas mediocres (en su gran mayoría) que son considerados personas influyentes en las redes sociales y que lejos de trasmitir mensajes positivos y de crecimiento humano fomentan la distorsión de la lengua y los valores cívico y morales. Estos influyentes se mueven por 2 motivos fundamentales: La fama y el dinero.

Y hablando de los valores y sentimientos humanos, cabe la pregunta: ¿Dónde se encuentran los mismos? La experiencia vivida nos va demostrando que estos han quedado guardados en libros inaccesibles y como son pocos los que gustamos leer, se hace más difícil la tarea.

Se siente temblar la tierra, como cuando tiembla nuestro cuerpo de escalofrió. Una sensación nada agradable para los que piensan que gozan de buena salud.

Nos extraviamos. No sabemos a ciencia cierta cuando comenzamos a perder el camino y mucho menos cuál es el camino por seguir. Todo es confuso (sin alarmarnos demasiado), desorientado e incongruente.

Nuestros ancestros si hubiesen vivido en estos momentos hubiesen preferido estar muertos ante de ser testigos de esta avalancha de locura generalizada que para algunos no sabemos definir si forma parte de una pesadilla en tiempos de sueño o en tiempo real.

De esta forma algunos vamos recolectando trozos de vidas e historias pasadas con vidas actuales y tratando de preservar lo mejor de nuestra raza para que algún día en el futuro alguien se encargue de rescatar los mismos y comprendan que fuimos nosotros los encargados de construir y destruir lo que Dios nos regaló, haciendo uso del libre albedrío que ha marcado la vida del ser humano en la tierra, unos para bien otros para mal.

Tal vez esos trozos se exhibirán en algún gran museo de ese entonces, ...en un mundo diferente al que nos ha tocado vivir.

Escribió nuestro Apóstol José Martí el 5 de marzo de 1887 en New York, en relación con la Correspondencia particular del Partido Liberal de México:

"El Mundo despierta una sed que sólo la muerte apaga".

Los exhortos para reflexionar al respecto y ser cada día mejores seres humanos.

Ladagoval
13 de marzo del 2019