El
general cubano Calixto García.
Fin de
la Guerra Chiquita.
La Guerra Chiquita (1879-1880) fue el
segundo de los tres conflictos de la Guerra Cubana de la Independencia contra España.
Fue la continuación de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y
precedió a la Guerra de Independencia cubana, que logró que los cubanos se
independizaran de España.
Comenzó el 26 de agosto de 1879,
y luego de algunos sucesos menores, la guerra terminó cuando los rebeldes
fueron derrotados en septiembre de 1880. El 24 de agosto de 1879
se escuchó el grito: «¡Independencia o muerte! en los campos de las inmediaciones
de Rioja, próximo a la oriental ciudad de Holguín y
posteriormente se extendió hacia la región de Gibara.
La Guerra de los Diez Años (1868-1878) había
terminado como un fracaso. El Pacto de Zanjón frustró casi cualquier
idea independentista. El descontento, insatisfacción e incumplimiento de
promesas llevaron a los cubanos a un nuevo alzamiento.
En Santiago de Cuba, el general Guillermón
Moncada apresuraba también el levantamiento, internándose en los montes.
En 1878 quedó constituido el Comité Revolucionario de la Emigración Cubana,
llamado asimismo Comité de los Cinco que, bajo la presidencia de José
Francisco Lamadriz, se encargó de la búsqueda de vías de auxilio a los
combatientes que continuaban la lucha en la isla; además de llevar adelante la
organización, preparación y dirección de un nuevo período de lucha armada. El
fin de la Guerra de los Diez Años se imponía inexorablemente. La
contribución de los emigrados fue efectiva. Se incorporó el mayor general Calixto
García a su dirección, y asumió como nuevo nombre el de Comité Revolucionario
Cubano.
La decisión de lucha era fuerte, pero la
desunión e innumerables contradicciones lastraban el desempeño conspirativo. El
alcance nefasto de estos problemas se pondría en evidencia al iniciarse los
alzamientos armados en agosto de 1879. Dentro y fuera de Cuba se crearon clubes
secretos en apoyo a la lucha.
La
lucha en Cuba.
No hubo muchos combates en esta guerra. Los
pocos efectuados terminaron con reveses para los cubanos. A pesar de la
disposición de los mambises, existía escasez de balas y el entrenado ejército
español era muy superior.
Causas
del fracaso.
Pero la ausencia en la ínsula de jefes
militares de gran importancia para la dirección de la lucha, como Antonio
Maceo y Calixto García, la carencia de armamentos y municiones y de ayuda
exterior, condicionaban el desaliento y la falta de fe en la victoria. En
occidente, los principales dirigentes del levantamiento fueron apresados y en
el resto de la nación muchos líderes, entre ellos el propio Calixto García, se
vieron forzados a capitular en 1879 y 1880. Inició a Martí como
dirigente del pueblo cubano, con lo que ganó experiencia para organizar la Guerra
del 95.
Importancia
histórica para el pueblo de Cuba.
Aunque fracasó, la Guerra Chiquita contó con
elementos de organización superior a los de guerras anteriores libradas en Cuba
y sirvió de experiencia en el difícil camino de alcanzar la necesaria e
impostergable unidad en los esfuerzos revolucionarios cubanos.
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