A cinco años de mi Viaje a la realidad.
Por Lázaro Daniel (Ladagoval)
Han pasado
exactamente cinco años de cuando tome una de las decisiones más importante de
mi vida.
Un día como
hoy 15 de noviembre, pero del año 2010, necesitaba tomar un retiro, alejado de
mi familia y de todos mis amigos, amistades y personas que me conocían pues
necesitaba con premura sacarme de mi alma más de cuatro décadas de silencio y
sufrimiento personal.
En el mes
anterior (Octubre) había acabado de cumplir mis 43 años de edad y con ellos
terminaba una relación amorosa, que lejos de ayudarme, me causo un inmenso
dolor. Había pasado días angustiados, me vi en la necesidad de solicitar vacaciones
para atender ese inmenso estrés que apenas me dejaba dormir y concentrarme en
mis tareas y labores diarias.
Fue entonces
cuando tome la decisión que la mejor manera era alejarme por una semana de cuanto ser humano conocía personalmente
y saque pasaje en un crucero de la línea Carnival rumbo al Caribe, (Key West y
Cozumel).
Necesitaba
recapitular toda mi vida en apenas casi 5 días de navegación. Pensé que el
contacto directo con mi madre Yemaya (Virgen de Regla) me vendría bien para
poner mis ideas en orden.
Una vez que
llegue al muelle de Miami y zarpe en el Crucero, telefonee a mi madre y le
comunique sobre mi viaje y el interés que tenía en reencontrarme conmigo. Nos despedimos.
Cada segundo,
cada minuto, cada hora y día contaban…
Parado,
sentado, acostado, frente al mar mis pensamientos volaban a la velocidad de la
luz.
Repasé mi
niñez, mi adolescencia, mi juventud y los casi últimos 10 años que llevaba
fuera de nuestra patria. Hubo momentos de lágrimas, otros de risas, otros de
inseguridad en ubicar los hechos…todo contaba, cada elemento eran importantes para
la toma de una decisión que marcaría el resto de mis días, una decisión que convertiría
mi existencia humana, en un antes y un después.
Siempre traté
de ubicarme en zonas donde menos circulaban personas para que nada me
distrajera y tampoco para llamar la atención con una que otra lágrima, o
incluso con risas que podían dar la mala interpretación que me estaría faltando
algún tornillo en la cabeza.
En dos o tres
ocasiones hubo quien se me acercó y me invitaron a conversar y a tomar un trago…Yo
muy amistosamente lo rechazaba, no por hacer el desaire, más bien porque no
deseaba desconcentrarme del objetivo fundamental de ese hermoso viaje a mi
realidad, además todos los que me conocen saben que no tomo bebidas alcohólicas…
Por temas
desafortunados de la vida, hacían exactamente 1 año 3 meses y 15 días que mi
padre había fallecido y desde ese entonces me torturaba con conversaciones y
temas pendientes que existieron entre él y yo, temas que me fueron aconsejados
en Ita de mi santo 13 años atrás en ese entonces.
Me sentía con
esa deuda, me sentía obligado…y no podía pasar más tiempo para reencontrarme
con mi Yo interno, de aceptarme tal y como soy, para lograr poner en armonía, en equilibrio y dar sentido a
mis futuros años, porque de ello también dependían dos hermosas hijas que Dios
me dio la oportunidad de traer al mundo, una hermosa madre que había pasado
duros años de sus vida luchando por darnos junto a nuestro padre un futuro
mejor, excelentes hermanos y buenos sobrinos, una bella familia, amigos y amistades
que de alguna manera confiaban en mi como ser humano, profesional y sobre todo como
un guía espiritual…
No fue fácil vaciar
mi alma, cuestionarme, felicitarme y también preocuparme…pero tomé la decisión correcta.
Hoy puedo
escribir estas líneas con valentía, con amor…antes no lo hubiese podido hacer,
me faltaron muchas cosas y existían razones lógicas y humanas que tampoco me lo
permitían.
Sabía que
cuando me bajara del Crucero, estaría seguro de cada paso a tomar conllevarían a esa gran decisión. Calculé cada riesgo, medí consecuencias, me propuse
un solo camino, me preparé para cada una de las respuestas, cuando las
preguntas llegarán…no me cabía duda alguna, sabía que la decisión que tomaría
seria la correcta, iba ser el camino adecuado, lógico…para eliminar de mi vida
cuatro décadas de terror, sufrimiento, miedos..Demonios que te llevan a pensar
cosas horribles y de tomar decisiones nefastas, puedo asegurar que gracias a
Dios, a todos mis egguns, santos y al inmenso amor que sentí siempre de mis
seres queridos ayudaron de alguna manera a no tomar con anterioridad decisiones
fatales.
El día 19 de
Noviembre había llegado y con ello habrían terminado cerca de 5 días, que
parecieron 5 años.
Recuerdo
cuando salía del crucero miré al cielo y di las gracias a Dios…
Yo era el
mismo físicamente, pero anímicamente, mi alma, mi espíritu, era otro. Baje
decidido a contarle al mundo que yo tenía que ser como era y no como algunos
quisieran que fuese…
No existía miedo,
ni existe, no temía, ni temo al bochorno social y menos al más duro aún, al de la familia.
No le rendí,
ni rindo cuentas a nadie, solo dije quién era yo y como me sentía.
Me quedaba
claro que nadie mejor que yo podía estar seguro de lo que deseaba para mi vida.
Los paradigmas y los muros sociales, creados por nosotros mismo, no me dañarían.
La homofobia
a pesar de no estar institucionalizada en muchas partes del mundo aún así se
encontraba devorando infelices seres humanos que terminaron quitándose la vida,
como último recurso en una actitud desesperada, de hacer entender que es un ser
humano igual que otro cualquiera.
Yo no pedí
venir al mundo, ningún ser humano lo pide, como tampoco pedí ser como soy, a
pesar de que muchos hablan que es un tema de elección, otros de enfermedad, no
es tan fácil verlo así, sencillamente uno es tal como es, así de fácil. Tal como el negro es negro, el blanco es blanco, el chino es chino, etc…Enfermedad
es torturarle la mente a un ser humano, abochornarlo, porque actúa o elige de forma diferente. Enfermedad es
ser homofóbico…
Hay quien le
gusta la manzana y hay quien no la come, hay quien le gusta la música rock y
otro la música clásica…
Nuestro mundo
es diverso y en la diversidad, el respeto, la tolerancia, el sentido común, la
honestidad, honradez, humildad y sobre todo el Amor al prójimo, como a nosotros
mismo es la clave del éxito para que cada día seamos mejores seres humanos. El
mundo necesita de ello urgente.
Mi decisión a
cinco años fue la mejor que pude haber tomado. No me lamento haberla tomado
antes, porque he llegado a comprender que cada cosa a su momento. Aprendí con
ello a ser cada día mejor ser humano.
Hoy escribo
con orgullo, hoy amo mucho más a mis seres queridos y ellos me son recíprocos y me protegen
como a ellos mismos.
Hace cinco
años atrás a pesar de estar viviendo en el primer país del mundo, no me sentía un
hombre libre, realmente fui libre después que con sabiduría, valentía y amor a
mi mismo tomé en mi viaje del 15 de noviembre del 2010, la mejor decisión de mi
existencia.
Espero que
con estas humildes letras llegue al corazón de todos esos bellos seres humanos
que viven en las tinieblas, así como yo también viví, les sirva de apoyo, de guía
y algún día no muy lejano tomen también sus decisiones correctas. Reconozco que mientras más
tarde tomamos la decisión, más dejas de ser tú y por ende, de disfrutar
realmente de esta hermosa vida.
Los exhorto a
reflexionar al respecto.
Que Dios nos
bendiga a todos hoy, mañana y siempre!
Miami
15 de
Noviembre del 2015