EL
SECRETO: SER CADA DIA MÁS HUMILDES
Por: Lázaro Daniel González Valdés
Hoy es el último domingo del año 2012.
Anoche me acosté rememorando mis
aciertos y desacierto en este saliente año 2012.
Suelo ser crítico conmigo mismo,
disciplina que llevo en práctica desde hace algunos años, después de mi primer
sueño con Jesús Cristo en los años 90’. El segundo de estos sueños fue en el 25
de Abril del 2009 cuando me encontraba descansando en Cayo Hueso.
Recuerdo que me quede dormido en una
cama reclinable a lado de la piscina y en el sueño vi como de la oscuridad
bajaba del cielo Jesús con alas y todo se iba poniendo de día, o mejor dicho
color blanco azulado incandescente. Sentía una fuerte energía a mí alrededor.
Yo en el sueño sabía que era Jesús (no tuve la duda) y cuando lo veo le
digo: Señor indíqueme el camino correcto para seguir adelante, como puedo
resolver mis temas? El me respondió con voz como si fueran altoparlantes: “Se
cada día más humilde” “Ese es el secreto” y se retiro sin percatarme en la forma
que lo hizo, me desperté sofocado y le comente a las otras cuatros personas que
se encontraban conmigo en ese momento.
Yo que suponía hasta ese momento que
practicaba la humildad, me pareció que aun no era suficiente, máximo cuando se
me estaba trasmitiendo un mensaje.
En muchos de mis reflexiones,
artículos o crónicas insisto en que todos deberíamos ser mejores seres humanos
practicando la humildad.
Por ello pensé que hoy siendo el
último domingo del año 2012 que mejor que reflexionar al respecto y poderles
regalar un breve análisis de lo que muchos hablan y pocos practican que se
nombra: La Humildad.
Me di a la tarea de buscar su
significado, así como leí algunos escritos existentes en la red cibernética y
encontré muchas citas y pensamientos del propio Jesús Cristo, hasta filósofos,
presidentes, políticos, religiosos, escritores, poetas, historiadores, etc…Un
dato curioso es que de alguna manera todos coinciden en que el ser humilde es
la virtud más importante que debe tener un ser humano.
El término Humildad proviene del
vocablo latín humilĭtas, y se define como: “La virtud que
consiste en reconocer las propias limitaciones, cualidades, capacidades,
debilidades y actuar y aprovecharlas de acuerdo a tal conocimiento y
obrar en bien de los demás, sin decirlo. De este modo mantiene los pies en la
tierra, sin vanidosas evasiones a las quimeras del orgullo”.
Podría decirse que la humildad es
la ausencia de soberbia. Es una característica propia de los sujetos
modestos, que no se sienten más importantes o mejores que nadie pese a sus
logros.
Las religiones suelen asociar la
humildad al reconocimiento de la superioridad divina. Todos los seres
humanos son iguales ante los ojos de Dios y deben actuar en
consecuencia. Para el Budismo, la humildad es la conciencia respecto al camino
que se debe seguir para liberarse del sufrimiento.
El filosofo Alemán Immanuel Kant
afirma que la humildad es la virtud central de la vida, ya que brinda
una perspectiva apropiada de la moral, mientras que para su coterráneo, el
filosofo Friedrich Nietzsche, la humildad es una falsa de virtud que esconde
las decepciones que una persona esconde en su interior.
Más allá de las diferencia de
concepto, vemos como el valor de la humildad ayuda a las personas a contener la
necesidad de decir o hacer gala de sus virtudes a los demás. Una persona que
practica la humildad hace el esfuerzo de escuchar y de aceptar a todos. Cuando
más aceptamos, más se obtendrá el cariño y reconocimiento, porque una palabra
dicha con humildad tiene el significado de mil palabras agradables.
La Humildad es aceptar las cualidades
con las que nacemos o desarrollamos, desde el cuerpo hasta las posesiones más
preciadas. Por tanto, debemos utilizar estos recursos de forma valiente y
benevolente. Ser humilde es dejar hacer y dejar ser, si aprendemos a eliminar
la arrogancia, reconocemos las capacidades físicas, intelectuales y
emocionales de los demás. Por tanto, el signo de la grandeza es la humildad.
La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y
adaptable. En la medida en que somos humildes, adquirimos grandeza en el
corazón de los demás.
El éxito en el servicio a los demás
proviene de la humildad; cuanto más humildes, mayores logros obtendremos. No
puede haber beneficio para el mundo sin la humildad. Una persona humilde puede
adaptarse a todos los ambientes, por negativos que éstos sean; nunca dirán “no
era mi intención decirlo”, según la actitud, las palabras reflejarán eso,
entonces debemos cuidar nuestras palabras para no lastimar sin desearlo. Cuando
expresemos una opinión debemos hacerlo con el corazón y mente abierta para
aceptar las particularidades, la fortaleza y la sensibilidad de uno mismo y de
los demás.
Para ser humildes, necesitamos ser
realistas, conocernos, reconocernos y saber aceptarnos a nosotros mismos tal
como somos, para poder aceptar al prójimo tal como es. Únicamente así podremos
aprovechar todo lo que poseemos para obrar el bien. Siempre encontramos cosas
en nuestra propia persona que no nos gustan, capacidades que no estamos
aprovechando o cualidades que no estamos desarrollando. Lo importante es
aceptar la situación e intentar luchar por superarse día a día.
Cómo podemos desarrollar la humildad
Lo podemos lograr si...
·
Aprendemos a aceptar las capacidades de los
demás.
·
Reconocemos la propia realidad, sin caer en
la arrogancia.
·
Somos sencillos, sinceros y veraces.
·
Pedimos
ayuda cuando la necesitamos y reconocemos que no somos
autosuficientes.
·
Escuchamos a los demás y dejamos de hablar
de nosotros mismos
Hace mucho tiempo escribí: “Tu eres el resultado de tus propios
esfuerzos. Levántate y vive cada segundo como si fuese el último de tus días.
Aprende amarte, respetarte y se honesto contigo mismo para que lo practiques
con el resto del mundo. En ti esta tu propia salvación”.
Nunca es tarde para comenzar. Ellos de alguna forma hablaron y practicaron la humildad. Los dejo con algunas de esas citas sobre la Humildad.
Nunca es tarde para comenzar. Ellos de alguna forma hablaron y practicaron la humildad. Los dejo con algunas de esas citas sobre la Humildad.
Citas de personalidades políticas, personajes
históricos, eclesiásticos, celebres de la literatura, la filosofía y la
historia y algo más…
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla
será enaltecido.
Jesús de Nazaret
Cesen los soberbios y cesará la necesidad de levantar a
los humildes.
José Martí
Préciate más de ser humilde virtuoso que pecador
soberbio.
Miguel de Cervantes Saavedra
La humildad es verdad, y la verdad es humildad.
San Pio de Pieltrecina
Aún las profesiones más humildes son dignas de respeto.
Confucio
El secreto de la sabiduría, el poder y el conocimiento es
la humildad.
Ernest Hemingway
La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo bello.
Víctor Hugo
Si asumimos una actitud de humildad, crecerán nuestras
cualidades.
Dalai Lama
No hay, por otro lado, diálogo si no hay humildad. La
pronunciación del mundo, con el cual los hombres lo recrean permanentemente, no
puede ser un acto arrogante. El diálogo, como encuentro de los hombres para la
tarea común de saber y actuar, se rompe si sus polos (o uno de ellos) pierde la
humildad.
Paulo Freire
Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir
la verdad.
Mahatma Gabdhi
El orgullo divide a los hombres, la humildad los une
Sócrates
Para llegar al conocimiento de la verdad hay muchos
caminos: el primero es la humildad, el segundo es la humildad y el tercero, la
humildad
San Agustín
Tal vez en la llaneza y en la humildad suelen esconderse
los regocijos más aventajados
Miguel de Cervantes Saavedra
Dios se deja conquistar por el humilde e rechaza la
arrogancia del orgulloso.
Juan Pablo II
Después de las derrotas y las cruces, los hombres se
vuelven más sabios y más humildes.
Benjamin Franklin
Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay
humildad, habrá sabiduría.
Salomón
La humildad de los hipócritas es el más grande y el más altanero
de los orgullos.
Martin Lutero
La grandeza de las personas se mide por la lealtad de su
corazón y la humildad de su alma.
Rubén D Sequera
No seas jamás humilde con los soberbios, ni soberbio con
los humildes.
Anatole France
Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse
alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una
resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.
William Shakespeare
Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes,
uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente.
Miguel de Unamuno
Cuanto más grandes somos en humildad, tanto más cerca
estamos de la grandeza
Rabindranath Tagore
Cuando no hay humildad, las personas se degradan
Agatha Christie
Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por
eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Por
eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas
Eva Perón
El verdadero progreso social no consiste en aumentar las
necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser
humildes
Mahatma Gandhi
En todos los ritos, la sencillez es la mayor
extravagancia
Confucio
En cuestiones de ciencia, la autoridad de mil no vale lo
que el humilde razonamiento de un sólo individuo.
Galileo Galilei