JOSAN CABALLERO: UN REGALO POÉTICO A SAN LÁZARO, BABALU AYE
He leído muchos de los poemas que nos regala nuestro amigo y hermano Josan Caballero. Hoy conversando con Josan me lee este magistral poema, le solicite autorización para públicarlo acá en Ladagoval y algo mas…
Josan es de esos Poetas, escritores cubano, que siempre tiene un As de Rey debajo de su manga. Cuando no escuchamos su voz es por que esta escribiendo detrás de su computador. Los Ángeles y espíritus protectores que le acompañan, saben como tocar los corazones de sus lectores y como hacer florecer esos hermosos sentimientos de su lírica, prosas ó versos.
Comentaba con una amiga en común, (casi nuestra madre ) que Josan es ese niño, ese elegua que todos llevamos en nuestro interior y que se materializa a través de toda una obra enriquecida de historias, vividas ó no, de estudios y razonamientos lógicos, de un amplio quehacer que siempre llega impactando.
Pudiera añadirle muchos más elogios a Josan en esta justa y necesaria síntesis y análisis, pienso que para comprender quien es Josan Caballero, para navegar en su obra, deberíamos leer este Oriki por la Libertad (a San Lázaro, como a Babalú Ayé)…
Josan nos regala una fabulosa combinación de este milagroso Santo que tan venerado es en nuestro país y en muchos otros rincones del planeta, donde se encuentra la diáspora cubana, y lo mezcla, continua el sincretismo que surge en épocas tempranas de la colonización en nuestra isla y lo trae a la realidad que vive nuestro pueblo.
Lo he leído como 5 veces y siempre encuentro un motivo más para repetir la lectura. Se los obsequio a ustedes que saben apreciar, valorar y comprender nuestra realidad.
Saludos
Lázaro Daniel
18 de Diciembre del 2010
Oriki por la Libertad (a San Lázaro, como a Babalú Ayé)…
Autor: José Antonio Gutiérrez Caballero
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Tú, que eres Padre del mundo, Babalú.
Tú, Hijo de Obbatalá o Naná Burukú.
Tú que eres santo milagroso, sólo tú,
dános una señal como San Lázaro, o tal vez cual Babalú,
porque vamos de rodillas, y tampoco vemos luz.
Si estamos en la tierra prometida por orishas como tú,
haz que mi pueblo sea libre, y no fugaz tragaluz,
que no tiene ni el derecho de cambiar, a contraluz,
la torpeza de un destino que nos niegan junto a sus
promesas de pacotilla…Que respondan, dime tú,
ante el altar, Babalú,
cuánto más hemos de orar para que nos des salud,
pero salud libertaria, con Ayé de Babalú,
que es como tener Aché y la gracia de Jesús,
o hasta un buen Mafere Fun,
para que damas de blanco puedan lograr con su alud
que le entreguen a sus hijos, o a los esposos que tú
criaste para que Cuba fuera inmensa multitud,
como una madre pariendo felicidad al azul,
cuando un pueblo que germina
se congeló en plena luz,
por un sol que a mediodía
se hizo un iceberg, Babalú…
Tú que eres padre del mundo, San Lázaro, cómo tú
permites que el miedo sea una pandemia entre tus
hijos de pueblo, para los que el norte o sur,
sólo significa huir del terror que pone a tus
generaciones en cruz,
pero no la cruz del santo, sino la maldita cruz
de un gobierno con muletas y mastines, Babalú,
que no cura enfermedades, ni las plagas, como tú,
sino inventa ser potencia, cuando daña la salud
a los nobles de conciencia, que están presos por virtud
de un ideal que es más alto que los carteles sin luz,
que a menudo proliferan en sus calles, como el pus
inyectado en cierta gente, que repudia lo que tú
en otro tiempo nos diste como ejemplo de inquietud…
Tú, que eres tan milagroso, San Lázaro Babalú,
cura al enfermo de miedo, como al de lepra, haz que tus
oraciones lleguen justo para el pueblo en su quietud,
haznos hombres, Babalú,
ruega a todos los orishas que se unan a este alud
de las conciencias divinas y terrenales, que aún
como las damas de blanco o los que tienen virtud,
puedan sumarse al milagro de conquistar la salud
ciudadana de este pueblo, que no necesita a un
amo de presa, con perros que vomitan sobre el tul
de una patria que no quiso atraerlos con ningún
pretexto de feria o trampa innoble de ideas, Babalú:
Ni tus perros callejeros ladran la mañosa pulcritud
de ese falso patrón pregonando la salud que nos das tú:
Ni siquiera ellos lo siguen, como tampoco ningún
ciudadano que respete las leyes del diloggún.
Tú, padre del mundo y nosotros, dime tú,
cuándo vas a darnos ese milagro superior a la salud:
hagamos la promesa de librarnos de ese pus,
de esa rabia que maldice la libertad de nuestro azul,
acabemos con el miedo que circunda toda luz,
y cual fieles al Rincón de San Lázaro, con tus
instrumentos y rezos, vayamos todos a puntualizar
un destino que hoy merece hasta el zunzún
de nuestra Cuba en potencia, para armarnos la salud
de un país que es pura savia de criollos y de negros, San Lazarú…
¡Somos el milagro del suelo en que nacimos, Babalú!
¡Es hora de reencontrar el mar y el cielo azul!
¡Sal, Lázaro, levántate y anda entre nosotros con tu luz!
¡Ayúdanos y cúmplenos esa promesa, San Babalú,
pues la libertad de un pueblo es su mayor salud!
Tomado del Blog:
http://josancaballero.wordpress.com/2009/12/17/oriki-a-san-babalu/