TANTO TIENES, TANTO VALES?
A menudo, en conversación con familiares, amigos, conocidos en fin de muchas personas que interrelacionan en mi vida; de alguna forma u otra; siempre analizamos esta temática interesante e importante para nuestro crecimiento humano:
Tanto tienes, tanto vales?
Quien no a escuchado , incluso repetido esa frase celebre que dice así: …
Cuando Tim tiene, Tim vale y cuando Tim no tiene, ni Tim vale…
Esa frase va adjudicada a las personas que se nos acercan solo por el echo de tener cosas materiales y cuando no la tenemos es como si fuéramos ó tuviésemos la peste encima.
También es común ver como al ser humano le es mas fácil negarse y ser pesimista; en ocasiones; donde somos capaces de justificar nuestros fracasos financieros a situaciones externas y no a nuestra actitud personal, a nuestra forma de pensar y de actuar. El fracaso va guindando del cuello de cada uno de nosotros, solo se ahorcan los que desistan de la lucha. El mantenerse vivo es un ejemplo de que estamos luchando por la vida, por que como todos sabemos, la muerte para todos nosotros (hasta el momento) es segura.
Siempre me repito que pensar en grande es obra de personas que desean salir adelante.
Como hemos analizado en otros escritos me refiero que el solo hecho de estar con vida significa que todos nacimos con esa opción de luchar (de cientos de miles de espermatozoides fuimos los únicos en fecundar), con nuestro crecimiento debemos continuar desarrollando las habilidades necesarias para nuestro avance en esta vida.
Vivimos momentos importantes para la economía y las finanzas del mundo entero. El reto es salir adelante y dejar detrás la crisis. Cientos de especialistas han aportado ideas y proyectos fabulosos, estratégicos para ello. Algo primordial es preparar a los seres humanos, no para trasmitirle miedos como pasa en la mayoría de los países y donde los medios de comunicación en muchos casos se encargan de echarle mas leña al fuego, sino más bien para enseñarlos a crecer cada día y que se cambie esa actitud derrotista a una actitud proactiva.
Somos el resultado de nuestros propios pensamientos y en dependencia de ello vamos interactuando y en muchas ocasiones sin quererlo también contagiamos al resto de las personas que nos rodean con esa negatividad y esos paradigmas que nos vamos creando y que van a constituir las barreras que nos impedirá llegar alcanzar nuestros sueños y ambiciones personales, para ello es importante tener presente que nuestra autoestima debe ser bien alta.
El ser rico ó pobre no solo depende en que medio te desenvuelves, depende de nuestras mente, de cómo nos vemos y como actuamos nosotros mismos. Muchas de las personas que han triunfado en el mundo han sido personas que como bien dice el fabuloso trabajo que les traigo a continuación, depende :…
aparte de sus talentos, lo que las ha hecho enriquecerse es el amor que le ponían a su trabajo, además de la inspiración y el entusiasmo. Muchas de estas personas no tomaban en cuenta el tiempo ni las horas que se pasaban trabajando porque simplemente estaban divirtiéndose con lo que hacían y de alguna u otra manera estaban contribuyendo con su propio aprendizaje y crecimiento…
Es por ello que con esta gota de energías que les suministro los exhortos a todos ser cada día mejores seres humanos y les recuerdo que
el peor enemigo del ser humano, somos nosotros mismos.
Así reflexiono y analizo nuestro entorno
Saludos
Lázaro Daniel
5 de Agosto 2010
¿Tanto tienes, tanto vales?
Carmen Yates
Actualizada: 17/05/2005
Hace siglos, milenios, que venimos rindiendo culto al dinero y luchando, preocupándonos, matándonos, enemistándonos, y consiguiendo -¡Quizás!- lograr ser los más poderosos y los más ricos del cementerio.…
En nuestra realidad vital ¿Qué nos aporta el dinero? ¿Somos más nosotros mismos?
¿Recuerda alguien cuándo la vida no era difícil ni el dinero escaso?
Ralph Waldo Emerson
Es increíble la cantidad de personas que afirman no poder hacer realidad sus sueños por no tener dinero. ¡Lo peor es que tienen razón!... Porque quien afirma que no puede hacer algo antes de intentarlo, nada hará, y se pasará la vida admirando o criticando a quienes algo tienen, generando así su propia pobreza.
Debemos ser conscientes de que el dinero es sólo una energía más y que, como tal, debe fluir y circular. Quien pretenda bloquear esta energía puede estar seguro de que ésta no entrará a su casa y que, haga lo que haga, navegará siempre en los mares de la penuria y de la escasez como consecuencia de sus pautas mentales.
Estas pautas se definen a partir de nuestras experiencias y del entorno en el que hemos vivido, vivimos y nos encontramos desarrollándonos, porque así como aprendemos a leer y escribir, aprendemos también a relacionarnos con el dinero.
Nuestra vida diaria familiar y social va determinando nuestras creencias acerca de él y, por ende, nuestra mente va almacenando y tomando como válidas y verdaderas estas pautas. Poco a poco, sin darnos cuenta, vamos actuando en función a ellas, para encontrarnos viviendo situaciones que no entendemos, que etiquetamos como triunfo o fracaso, o bien que interpretamos como que la vida nos sonríe o no nos sonríe: nos cuestionamos diciéndonos
¿Porqué nosotros NO? y ¿porque otros SÍ?…
Si comenzamos a observar y miramos más allá de las etiquetas, viendo sus dos lados, nos encontramos con situaciones como éstas:
a) Que tenemos personas que poseen mucha riqueza y son abundantes.
Esto se refleja en su actitud frente al trabajo, porque aman lo que hacen. Si leemos algunas biografías de gente adinerada podemos ver entre líneas que, aparte de sus talentos, lo que las ha hecho enriquecerse es el amor que le ponían a su trabajo, además de la inspiración y el entusiasmo. Muchas de estas personas no tomaban en cuenta el tiempo ni las horas que se pasaban trabajando porque simplemente estaban divirtiéndose con lo que hacían y de alguna u otra manera estaban contribuyendo con su propio aprendizaje y crecimiento.
Cabe destacar, además, que muchos de ellos contribuyen con causas nobles, cosa que les hace vivir en mayor abundancia. Vale decir, que nuestras contribuciones con las causas nobles forman parte en todo momento de aquello que podríamos determinar como nuestros sueños o nuestro tributo a nuestro mundo interior
b) Tenemos también “ricos pobres”.
Son aquellos que tienen tanto miedo de perder lo que tienen que solamente se dedican a amasar fortunas y a tratar de conservarlas por todos los medios que lo único que aman es contar billetes todos los días y ver cuántos más tienen
Esto refleja el apego que le tienen al dinero, aunque éste les haga vivir, en realidad, como pobres.
Ejemplo de esto último fue una persona que, en las contadas ocasiones que invitaba a comer a un restaurante, advertía de que no se pidieran postres, porque esto “era malo para la salud”. Todos los que lo conocían sabían de antemano que esto lo hacía porque su subconsciente le decía que el dinero no gastado era dinero ahorrado. Pues bien, lo que este señor generaba, aparte de desconcierto y malestar, era más mentes pobres. Hoy en día sus hijos, que heredaron su dinero, también hacen lo mismo que vieron: Ninguno de ellos actúa como abundante.
En el lado que podríamos llamar opuesto ─que no es otra cosa que la otra cara de la misma moneda─ nos encontramos con:
c) El pobre abundante:
El pobre abundante es quien, a pesar de conocer desde muy niño la pobreza e incluso el hambre, siempre confía en sí mismo y tiene una alta autoestima, lo que le hace tener una clara visión de lo que desea y poner entusiasmo y amor en todo lo que hace. Está siempre vinculando lo que hace con sus valores más altos, que consisten en avanzar y aprender. Tenemos el caso de muchos pobres abundantes que, casi sin percatarse de ello, cambian de condición durante sus vidas.
Antes de pasar a narrar un ejemplo extraordinario, hablemos de la cuarta categoría, que sería:
d) El pobre pobre:
El pobre pobre es el individuo con mentalidad de pobre. Éste pertenece a la gama de aquellos que se sienten castrados por la fortuna, que envidian a aquellos que ellos creen que tienen más que ellos. Estos individuos se minimizan, y no se sienten dignos de amor, Lo que hace que siempre encuentren a otros individuos que consideren culpables de que los humillen e incluso los dominen y destruyan por el hecho de ser, ellos, pobres.
Digo esto porque creo que todos somos dignos de amor y ser amados.
En lo que se refiere al dinero debemos ser conscientes de que podemos ganarlo. Ganar dinero, mucho dinero, pero debemos ser conscientes, igualmente, de que el dinero no nos dará la riqueza, la única riqueza que no se pierde, aquella que nos hace ser abundantes, aquella que hace que no perdamos nuestra alma, porque el precio de ésta es muy alto y su pérdida significa la pérdida de nuestra propia riqueza y abundancia interior.
Esta lección la aprendí de un individuo ─y éste es el ejemplo extraordinario del que hablo líneas antes─ que a comienzos del siglo pasado y siendo casi un niño, abandonó su pueblo natal en los Andes peruanos para ir, siguiendo las vías del tren, a la capital del país. Este niño quechua hablante fue soldado raso y así aprendió nuestro idioma, y también y con gran esfuerzo, a leer y escribir mientras cuidaba a los equinos del batallón.
Se convirtió en un gran jinete. Era tan entusiasta y amaba tanto a los caballos que comenzó a sobresalir en los concursos de salto a los que se presentaba, llegando a ser el mejor.
Todo esto iba a la par de su carrera militar. Fue ascendiendo hasta llegar a general.
Fue uno de los alcaldes de Lima más queridos.
Murió ciego y casi centenario, siendo un hombre feliz. Recuerdo que sus funerales fueron con honores de jefe de Estado y que a éste asistieron personas de toda condición social desde los más ricos hasta los más pobres.
Para mí es un muy buen ejemplo y no creo que sea el único de un pobre abundante que tenía presente la máxima de Alejandro Dumas “No valores el dinero más ni menos de lo que vale: es un buen servidor aunque un mal amo”.
Pero no podemos ni debemos ser tajantes en esta separación por categorías entre pobres y ricos: no olvidemos que todos los seres humanos tenemos unos 6.000 rasgos y que éstos son comunes a todos nosotros. Lo que hemos de preguntarnos es ¿En qué medida o proporción tengo yo tales o cuáles rasgos de la riqueza y de la pobreza?
Carmen Yates, Conferencista y Profesora acreditada de la Escuela Concours of Wisdom – Método Demartini. Fundadora y Directora de La Rueda organización que promueve el crecimiento y desarrollo humano y profesional.
La visión de aprender a crecer y contribuir a la evolución humana.
http://www.noticias.com/tanto-tienes-tanto-vales.32772